Quien se querrá casar conmigo, si no tengo ni para unos tenis de marca, quien se querrá casar conmigo, si lo que como todos los días son unas tortas de milanesa, quien se querrá casar conmigo, si me transporto en camión y a veces camino bajo el sol o la lluvia, quien se querrá casar conmigo, si soy rico en letras, metáforas, versos; pero, ¿por qué me aflijo? ¡por qué! Si ustedes amigos y yo tenemos algo de lo que mucha gente carece y no entiende la muy pendeja: es la dignidad, honradez y sobre todo el amor al esfuerzo y al día a día, prefiero comer unos tacos de canasta con agua de jamaica a tragar una pinche langosta con vino; prefiero andar con los mismos tenis un año y medio a cambiar zapatos cada fin de semana; prefiero caminar y sentir la lluvia o subir al urbano a andar en un automóvil último modelo; ¡lo prefiero porque me lo gané, porque soporte cosas, porque es mío! y no tuve que andar mendigando ni ofreciendo carnes.