Al calor de una noche de pasión,
un temblor inesperado
sacudió a las estrellas
haciéndolas derramar polvo estelar.
Una caricia plateada, brillante,
rozó con ternura nuestros cuerpos
iluminándolos tenuemente,
dándole magia al momento.
Llevaré siempre en mi alma
el recuerdo de esa noche,
la mejor de toda mi vida,
para momentos de inspiración.
Anna Gutiérrez.