oscar perdomo marin

SONETO TARDIO

Soneto tardío

Escanciaré mi vino aunque me muera
en tu retina, niña de mis ojos
y complacer así tantos antojos
para quererte aquí y donde quiera.

Si acaso de besarte no pudiera
provocar en tu cuerpo desvaríos
será por esos sueños locos míos
que jamás volverán aunque me hiera.

Hermosa juventud que se oscurece
Inexorablemente sin desearlo
la tersura es fugaz, todo perece.

La vida se nos va, marchita el nardo
y la luz que hoy alumbra desvanece
aunque en vano queramos evitarlo.