En este tramo de la vida
donde sólo tu ausencia hace señales
desde la esquina de otros tiempos.
En esté capricho de buscarme
en madrigueras.
Hay un animal repartiéndose
en las noches.
Despojado del rocío y de la luna,
perseguido de cerca viene,
bien lo saben sus girones
y el sabor de su carne en otro diente.
Su instinto no es el mismo; de aquella tarde hay otras selvas
florecidas en su vientre.
Hay un animal esperando un disparo;
envuelto en su piel silencio, se detuvo a beber el fuego de las cosas.
Nunca le preguntes ¿para qué luchas?
Hay un animal que no responde ante su especie.
Desde su madriguera ingesta un corazón,
desde su madriguera
un hombre grita
y lucha.