recuerdo tantas cosas tuyas,
momentos que jamas olvidare,
tu divinizada hermosura
que aun creo ver.
recuerdo esas tardes
en las que las pasábamos juntos,
en la que solía abrazarte
para ofrecerte mi cariño simple y puro.
recuerdo cuando te hacia reír
por alguna ocurrencia ;
te sentía tan feliz
como yo también lo era.
me encantaba verte a los ojos,
sentir tu calidez;
acariciar tu pelo sedoso
con delicadeza y ternura a la vez.
me sentía tan bien contigo,
como un niño con juguete nuevo;
contemplar tu lindo rostro
en sonrisas florecidos
era algo para mi tan especial,
tan especial como cada momento,
especial como tu,
dulce princesa de mis sueños.
yo rogaba al Cielo
para que nuestros momentos no se acabaran,
que fueran eternos
como esa esperanza
que moraba en algun lugar de mi corazon
para estar juntos para siempre,
y amarnos con pasion
hasta la muerte.