Sepulcro Beltran

XXXIX  

 

 

 

 

Fue en una lúgubre noche de luna llena, ahí se me reveló la caída de mi bestia interior, todo rastro de poder que guardaba con arrogancia y desdén salió por la puerta con la cabeza inclinada llorando su miserable derrota.

 

!Pobre de ti¡

 

Triste bestia que presumías ser el diablo mismo y terminaste con los cuernos tan rotos.

 

!Pobre de ti!

 

Triste intento de poema, pues ocultas las lágrimas en tus ojos al decir \"adiós\" mientras tu corazón muere desangrado.

 

!Pobre de ti¡

 

Pues la copa fue derramada, el cielo cierra sus puertas y ahora el infierno en su grandeza entiende tu pobreza humana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Eternas lunas-.