Classman

UN ARDIENTE DESEO

 

Era un ardiente deseo

que el destino había guardado

para dar vida a un amor

en la distancia alejado.

 

Nos vimos en la estación

como dos enamorados

caminamos al encuentro

allí después nos besamos.

 

Desde ese primer momento

llegó la complicidad

se sucedían los besos

sin pararnos a pensar.

 

Una pasión desatada

en aquella habitación

un hotel de carretera

donde hicimos el amor.

 

Esas vetustas paredes

testigo de la pasión

guardan aquellos suspiros

donde el placer fue ilusión.

 

Con nuestro último aliento

llegaba la madrugada

allí después de abrazarnos

se apagaron las miradas.

 

                                          Classman