Matías García Fernández

Hay almas

Hay almas que tienen celestes espejos, hojas en sus balcones, terrazas floridas, y recovecos de amores. Almas que esconden en sigilo secretos del tiempo, trémulas resonancias del recuerdo.
Hay almas que atizan el fuego de los abrazos, de las sombras y el llanto. Almas que besan dejando rubor en el alma y lunares en la mirada.
Hay almas con esa sonrisa de río, con cauces labrados de sueños y laberintos. Almas que han robado el brillo a las estrellas, que parpadean en la noche del cielo, como una ciudad escondida en el cerro.
Hay almas peregrinas en camas, otras en bares, otras en plazas. Hay algunas que son así, capaces de darte rima y robarte una melodía.