Rafael Escobar

\"ÉXTASIS SUPREMO\"

 

Acercando tus labios a mi boca

se iniciaba de amor hermosa historia;

al mirar en tu rostro el ansia loca

que llevaba promesa de la gloria.

 

Esa noche sentimos el latido

que produce la llama del deseo;

y tu cuerpo, en lujuria sumergido,

palpitaba con rítmico jadeo.

 

Tus sedosos mechones de mulata,

como capa, a tu espalda le servían,

y melosa, quitándote la bata,

de ansiedades tus venas se encendían.

 

En la esbelta y perfecta exuberancia

que posee tu mórbida cadera;

yo aspiraba la mística fragancia

de tu dulce y florida primavera.

 

Con mis ávidos labios, muy febriles,

dibujaba tu cándida figura;

y mis manos, seguras y sutiles,

recorrían tu espléndida estructura.

 

Con instintos voraces y libertos,

exclamaste, temblando de emociones:

¡Ya mis muslos se encuentran bien abiertos

para darle cobijo a tus pasiones!

 

¡Y los dos sucumbimos al delirio

al llegar a la cima de entusiasmo,

al sentir en los pliegues de tu lirio

la sensual humedad del gran orgasmo!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.