¡Ay! Caramba zongo carambé.
Carambé ingo zongo caramba.
Ajotollo timbo carambé.
¡Ay! Quendo carambé caramba.
Mi zambito negrito lindo,
negrito lindo de ojos fritos.
Ve a casa como una flecha,
anda que el covid-19 asecha.
Y si tocaran tu zaguán, no abras,
menos si con afán vociferan
que tú mamá ya no despierta.
Jamás oigas esas palabras.
Aquí está el fatal llanto tuyo
y el mustio efluvio de tus flores.
Marcha que a la muerte no le huyo,
a San Dongo por mi pido ores.
A mí pecho la asfixia ataca.
Me está matando los dolores.
Calma ya mi nene Tumé, calma.
La vida posee sin sabores.
Tunco mingo quivo corombo.
Inquingo carambé caramba.
Otingo lamengo corombo.
Malanda cucanga caramba.
Tu bemba es de sangre rojito.
Ué; mi negrito lindo zambito,
para tu pena no hallas consuelo.
Dicen que partió sin despido,
mamá Eva que se eleva al cielo.
Negro; piesecitos de carbón,
deja de llorar junto al fogón,
que tu elegía moja cenizas
de tu madrecita tan querida.