Llueven estrellas en la habitación
y arrancas el pasado en otro labios,
dictas que no soportas más agravios
y que disfrutarás una mansión.
Te convences que no tuviste opción
y en tanto te engañas que fue de sabios;
a mi me dejas con tu pintalabios,
un cuarto vacío y tu agria loción.
Mientras que cada hombro se me enjoroba
por el perfume infiel que me has dejado
me golpean recuerdos en mi alcoba
Tú escribirás que te deje de lado
que limpiaste pasado con escoba
y yo escribiré que siempre te he amado...