Y después de este receso
de actividad total,
industriales, empresarios,
el comercio en general,
se quejan y todos piden
que los dejen trabajar,
que ya no hay dinero
con qué pagar,
vivienda y servicios,
ni gente para laborar.
Y piden soluciones
para no tener que cerrar,
y a mediados de junio
el Presidente sale a informar:
La pandemia ha bajado
con el encierro total,
pero la economía se reciente
y el país, más se endeudará.
Aquí hubo que escoger
entre apertura y pandemia
a qué debían darle prioridad.
Se escoge la economía
para poder iniciar,
la apertura viene lenta,
no se puede apresurar,
pues corremos el peligro
de otra vez volver atrás.
Que abran los constructores
para la actividad comenzar,
los que cumplan protocolos
de higiene espacio y lugar
y continuamente informen
quiénes trabajando están.
La apertura sigue lenta,
lenta y lenta sin parar.
Fábricas, restaurantes, almacenes
o comercio en general,
que cumplan su reglamento
y salgan a trabajar,
para aliviar la caída
de la economía Nacional.
Y nos llega el día sin I.V.A.
y la prima semestral,
y todo el pueblo se lanza
para el comercio arrasar.
La pandemia coge vida
y volvemos a empezar,
y a esperar las medidas
que a continuación vendrán;
pues las pocas esperanzas
de la enfermedad erradicar
con ese dichoso día
se acabaron de esfumar.
El encierro también cambia,
salen hombres y mujeres
según cédula par o impar,
pero seguimos en encierro
los de la tercera edad,
seguimos en encierro
en el encierro total
SUSANA CARRILLO GUTIERREZ