Yo no soy poeta, porque yo odio la poesía que se malinterpreta.
Odio la poesía que necesita llamar la atención para leerla.
Odio al poeta que en su poesía da simplemente lo que se espera de él.
Odio la estructura glorificada de un \"verdadero poema\".
Odio el odio de odiar algo tan importante.
Sin embargo, amo al que se atreve a verme como poeta
cuando mi poesía se basa en guiarme por algo tan banal como el odio.
Sinceramente, no soy ni siquiera la cosa que escribe
ni un poco, eso sólo aparece en ratos, pero vive en mi.
Yo diría que soy solo su pluma, el medio con el que se expresa en la hoja...
pero el texto siempre ha sido más importante que la pluma.