Cuando observo las olas del mar
bailar con sirenas,
encima de un jardín de corales
plagado de perlas,
me imagino brillando en la noche
millones de estrellas,
y al vaivén de las notas de un vals,
como un resplandor,
palpitar inquietas.
Cuando veo que asoman las flores
en la primavera,
o en el cielo los siete colores
tras una tormenta,
me imagino las nubes temblando
y al sol que las besa,
ocultarse en la tarde de mayo,
y en el horizonte,
dormirse con ellas.
Cuando atisbo llegar el invierno
con la densa niebla,
y al viento que brama sibilante
apagar las velas,
sospecho que entre la tenaz bruma
y la brisa fresca,
la nostalgia en caricias se esconde,
y del amor hace,
la memoria eterna.
Si no observo, ni atisbo, ni veo,
si solo poemas
son el recuerdo de mis miradas,
será que mis ojos,
retienen la esencia.