angelillo201

Ramona  la carcelaria .

 

Introducción radiofónica.

Bienvenidos a voces algarabía, y al blog distopia,  hoy pondremos voz a un relato que ilustran la vida de los más miserables,  dentro de los contextos de  los barrios lumpen proletarios  donde se amontona la miseria humana que vive en la oscuridad social. Allí no hay luz humana, solo palabras huecas, tampoco hay  justicia , esta no  llega nunca. solo hay un silencio de coral que corta las manos y los pies,  violencia,  amenazas, denuncias policiales , calabozos,  el estrés vivido  día a día, el agotamiento de una lucha entre desheredados. Empieza nuestro relato. Año 2020, en un día del mes de julio. 

No pude hacer nada más que callar nuevamente humillado cuando Ramona la carcelaria   me veía subir la cuesta de San Antonio  cerca de nuestras casas. Veía la valla de mi vivienda coronada de rosáceas bugandillas  cuando la carcelaria  frenó su furgoneta llena de chatarra con la que se busca la vida, y empezó a amenazarme con denunciarme a la policía por maltrato animal porque mis perros de trineo empujaban su carrito con agua potable para casa.

No le importaba  que no tuviéramos agua en casa, ni otro medio de transporte como ella que conducía una furgoneta.  excitada gritaba fuera de si colmando su ansias de crear estrés, sufrimiento, dolor en otro ser humano:

Te voy a denunciar, te voy a denunciar.

 Siendo esto habitual entre los más miserables afinados en barrios marginales, donde la violencia y la miseria es el día a día. Barrios que podía ver a mi espalda como San Antonio , la Moleta, el Toledo. Donde los que ayudan a  empeorar sus propias vidas son sus propios vecinos de puerta y de miseria. Víctimas contra víctimas, aquí nadie se ayuda ni se salva, muy a sabiendas y alentados por policías, servicios sociales, partidos políticos,  cuyas intervenciones consisten  en garantizar  que todo siga igual.

La carcelaria me gritaba sin cesar, atropellando las palabras faltonas:

Sabes, sabes que eso es maltrato animal, te he hecho  una foto y te voy a denunciar.

Mis perros la miraban tranquilos, debido a que no llevaba su snupy en su furgoneta asomado a la ventana. Mis perros detestaban a snupy  y podía haber entrado por la ventana abierta  a machacar a su snupy. Este era un perro faldero con el que había sacado algunos cuartos la carcelaria  a base de denunciar a pobre gente con la que se cruzaban.  Snupy estaba entrenado para lanzarse al ataque contra  perros más grandes. Era un perro experto en juicios. Había estado en el banquillo de los testigos más de una docena de veces llevando a la perrera, o a la muerte a muchos congéneres que no sabían lo que pasaba . Snupy aparecía en las comisarías, en los juzgados,  vendado, gimiendo, llorando en brazos de la carcelaria , con partes de lesiones que llevaba su abogado. Su presencia  conmovía incluso a los jueces más duros  de las audiencias de Castellón.    Snupy , esa especie de felpudo con patas, con el pelo como los beatles que no dejaba ver sus ojos,   iba ciego  a toda velocidad como un torpedo  chillando como su  loca dueña contra los doberman mientras ella mordía al dueño. No tardaba  snupy  a perder  su furia canina entre los dientes de un mastín . El dueño del perro sudando quitaba de la boca de su animal a snupy. Una vez  era escupido  de la boca de otro perro, es cuando se iniciaba la segunda pelea, ya entre personas. Ramona y su pareja formaban un dúo perfectamente orquestado en estas situaciones que dominaban a la perfección. La víctima era elegida meses antes. Seguida. Siempre gente de poca monta, solos, que intentaban sobrevivir entre la miseria de Vall d´uixó, y a los que ellos, gente de la contra sociedad iban a complicar un poco más la situación. Su pareja cómplice era  un cincuentón  calvo y barrigudo de transilvana. Este vivía en su casa de la carcelaria desde hacia años , mantenido por ella. Llegó de la mano de su hermano. Un inmigrante rumano, trabajador. Compró una casa en la que vivía con su familia muy cerca de la de la carcelaria. Este era hombre serio y de  familia. Su hermano necesitado le pidió ayuda porque estaba en la calle. Entre los hermanos por lo que he podido comprobar no debería ser  buena. De hecho, cuando llegó la crisis económica del 2008 , el propietario cerró la casa y se fue para Alemania donde encontró trabajo y prospero. Peor su hermano se quedó en la calle.  Su poco amado hermano, el compañero de la carcelaria, se refugió en casa de esta, que había perdido los hijos , los cuales se fueron de casa siendo adolescentes  y nunca han vuelto. EL  marido también desapareció de escena. Se trataba de un  chiflado  desterrado de texas por perseguir a unos niños a los que pegó una paliza. Lo  tiraron  de su casa pena matarlo si volvía, así llegaron a san Antonio, como tantos otros. Años después el  rumano que llegó a  San Antonio perdido y vagabundeando,  fue el repuesto de hijos y marido de la carcelaria.  Esta extraña pareja desequilibrada eran los que podían verse con frecuencia prodigándome  insultos, calumnias,  sacando el móvil y grabándome , buscando la provocación  para  una pelea. Pero no solo a mi, sino con otras personas hacían  mismo. Y no solo eran los únicos en el lugar en hacer esto. Adictos a las drogas, traficantes, maltratadotes de mujeres,  extremistas de derechas que desde el balcón gritaban “genocida” a personas que  les habían dicho que era republicanas, aunque no fuera cierto. Por extravagante que parezca, lo digo por haberlo sufrido recientemente , donde fui acusado de genocida  porque todos los republicanos son genocidas y  franco hizo muy bien matando a esos asesinos. La persona que me acusaba de genocidio, no sé por que motivo pensó que yo era republicano. No soy republicano. Tampoco soy monárquico. Pero me acusó de esto al pasar bajo su balcón.  En fin, fue algo desconcertante, que merecería un capitulo aparte, pero renunció a interpretar tal disparate de los más absurdos que me ha tocado vivir. Vall d ´Uixó es así.  Genocida, maltratador de perros, son acusaciones vecinales en menos de una semana que he sufrido en San Antonio Vall d´Uixó.  Volvamos a Ramona la carcelaria, y algunos de sus juicios donde ha conseguido consumar el acoso hasta el limite que la otra parte ya no podía aguantar tal subordinación, ni la impertinencia de la policía diciendo que ellos no podían hacer nada y se ha producido una pelea en la calle. Yo he sido testigos de los insultos, los golpes, he visto a la policía llegar, y he sido testigos de cómo hasta ese momento pasaban meses y no se hacia  nada por parte de las autoridades. Hubo a una familia que llevó a juicio,  fue muy sonado este caso.  La pelea se prolongó entre varios días. Empezó todo cuando snupy fue mordido por el perro de su vecino.  El pastor alemán del  señor A, un hombre mayor y pacifico, muy trabajador, que hizo su casa con sus manos. Encargado hasta la jubilación en una fábrica de zapatos, trabajando 12 horas diarias durante 40 años.   fue zarandeado por esta pareja. Sentaron de este modo las bases para que el yerno subiera unos días más tarde indignado, y al hablar con ellos se forzó una   pelea que llegó  a ser penal. En otra ocasión anterior a este proceso, la carne de Ramona la carcelaria  sirvió para que un perro se cobrará cerca de una libra de carne de la carcelaria , que fue resarcida con varios miles de Euros en un juzgado.

Mi cliente es una pobre víctima- así terminó el alegato de su abogado juntando las manos piadosamente  mientras la carcelaria suplicaba gimiendo de dolor:

Justicia para los miserables, justicia, justicia, justicia señor juez. ¡He perdido una libra de carne!

Al llegar a casa me sentí casando , abatido como un vagabundo que se tiene que esconder del mundo pero no tiene donde.

Pensé ir a la policía. Pero para ellos yo no soy una víctima del acoso de esta pareja, ni del que tengo enfrente, debajo, al lado, sino que soy como ellos. Estoy en el mismo saco, en una lucha a muerte entre los miserables, a los gritan desde las comisarías, los juzgados: mataros miserables, y si no os matáis, acabaréis en nuestra manos las cárceles.

Mis perros por culpa de una miserable carcelaria  debían  estar parados, ociosos, aburridos, contemplativos todo el día, levantando el hormigón con sus patas. Perdiendo su agilidad mental que les proporciona el trabajo, la disciplina, así como la dignidad y la felicidad que les da desarrollar su trabajo. Su ocio enseguida comprendí que podía convertirse  en peligroso. No tener nada que hacer en todo el día más que ver el techo de casa. Ya no poder levantar la cabeza a una orden mía en el amanecer cuando tensan  las correas del arnés produciendo una vibración en el trineo y se produce  un chasquido de las ruedas que empiezan a girar mientras nos vamos a por agua a por leña.  Con orgullo recordé como mucha gente nos saluda a nuestro paso haciendo fila como en un desfile  en las aceras mientras pasamos por la carretera, admirando la fuerza  y el valor de estos intrépidos animales que viven en un entorno humano, dentro de una casa. Pobre pero una casa, no en un bosque donde como yo, no sobrevivirían. Trabajan porque viven en el mundo de los humanos con un humano y con las reglas de los humanos, y el respeto a estos animales esta ligado a la de esta persona, y  a unos y a otros nos han tratado  como bestias por eso elevare mi grito a las autoridades:

 Articulo Primero:

Acuso a Ramona la carcelaria ante las autoridades de despreciar mis derechos y los de mis animales al amenazarnos , acosarnos  y difamarnos.

Articulo segundo:

Acuso a Ramona la carcelaria con el artículo 7 de la declaración universal de los derechos del animal creada en Londres en 1977 y reconocida por las naciones unidas de la que España forma parte de negar el trabajo de los animales que es legal. Siendo el perro un animal de trabajo muy especializado. Habiendo  perros que detectan tumores, drogas, explosivos, hacen de pastores, cazan,  guían  a ciegos, hacen taparías con autistas, tiran de trineos en los polos, salvan vidas en el mar, en la nieve, rescatan en la tierra, bajan a las minas, y un largo sin fin de oficios desde la prehistoria hasta nuestro días. Si bien es verdad que este derecho en el articulo 7 pone una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo. Cosa que mis animales tienen de sobra.

Articulo tercero.

Acuso a Ramona la carcelaria de quitar a mis perros y a mi el derecho a la movilidad reconocido en el derecho de los animales.

Articulo cuarto

Acuso a Ramona la carcelaria del delito atentado a las libertades, acoso, difamación,  y de delitos de odio al atacar de forma activa y constante la relación  de una persona con sus perros, por sus prejuicios porque esos perro tiran de un carro. No siendo motivo esto para que nos impida el paso por su casa. Cosa que fue informado el ayuntamiento y la policía local, que no hicieron nada al respecto.

 Del creador del personaje angelillo de Uixó….