Van abriéndonos camino
entre turbas indolentes,
los corazones valientes
que buscan nuevo destino.
Con ahinco purpurino,
las almas que son fervientes,
van abriéndonos camino
entre turbas indolentes.
Del deber mas cristalino
siempre portan las simientes;
y son personas decentes,
que llenas de honor pristino
van abriéndonos camino.
Autor: Aníbal Rodríguez.