Raul Gonzaga

Una dama inolvidable



Me la paso suspirando
por estar pensando en ti
ya no puede sonreír
pues ya nada me ha quedado;

y recuerdo aquellos pasos,
bella dama tan gentil,
iluminando el confín
con la luz de aquellos labios;

su sonrisa angelical,
su trémula vibración,
jamás la podrá olvidar

si su mirada encontró
se volverá eternidad
si despierta su pasión...