Dos niños de recreo
eso parecíamos
Tus besos se esparcían
en mi cuerpo y los míos
sobre tu piel en regocijo
A tus senos plenos mis
manos prodigaban mil
caricias
A mi vástago erguido le
escondías tu pequeña
rosada cicatriz oculta
entre los muslos
Fue culpa del deseo que
con mano propia llevaras
el navío a gozar en tu mar
interior olas estremecidas
de placeres mutuos
#PoetaUrbano