¡¡LA TARDE ME BUSCÓ ENTRE LA VERBENA!!
La tarde me buscó entre la verbena
Dormido el viento me empujó al olvido,
mi corazón tristísimo y cautivo
lloró en la sombra, sombra que enajena.
Cuando la sangre recorrió mi vena
el pálpito inseguro y conmovido
desata al llanto, llanto confundido
y enarbola los cielos con mi pena.
Y fue la noche triste que envolvía
la sensación fatal del desencuentro.
La dulzura confusa se perdía.
Mientras el miedo se quedaba adentro
el corazón sin risa se moría
perdido, desolado sin encuentro.