Mi alma se desgarra cuando te percibo
sumergida en la cuita incómoda por mis actos,
y reniego de mis toscos recursos,
porque en vez de hacerte bien te hago mal, lo siento,
yo sólo quiero arrullar tu alma llena de bondad,
y desprender de ella los abrojos que te causan dolencias,
y procuro reflejarme en tus ojos
y afano introducirte en el fluido de mis venas,
y anhelo dormir en tus labios ensangrentados
y en ellos tener albas, crepúsculos y noches más sosegadas;
conducidos por la senda sideral, en vías estelares,
vamos hacia otros puntos lejanos en el universo,
en donde el impacto cósmico de nuestros cuerpos
generará un nuevo sol y nuevos planetas,
y el idóneo de todos ellos
será habitado por nuestro linaje,
y entonces tu dermis azul será un cielo nuevo
donde tus sufrimientos se trocarán en nubarrones
y tus lágrimas se precipitarán sobre fértiles tierras
para que tus sueños reverdezcan
en florecientes eternidades.