KARMA
Un fantasma me acosa en el descuido,
una imagen me apunta con su lanza
entre sueños, desvelos y en el ruido
del silencio tomándose venganza.
No me deja avanzar y ya es sabido
que no quiere mi sangre o mi esperanza,
solo quiere guardar en el olvido
una impronta que pese en la balanza.
Un error ha logrado ser más fuerte
que mil cosas pasado algún invierno
sin tropiezos, ligadas a mi suerte.
Y aunque surja de un modo un tanto alterno
no creo que se esfume con la muerte
por ser parte del cielo y del infierno.