Quisiera tenerte, siempre
y que me tuvieras, siempre
Deseo que perdure mi necesidad,
siempre.
Los cuerpos se necesitan
se echan de menos, siempre.
No te vayas, alcánzame esa manzana.
Y te busqué con paciencia por los huecos del alma.
A ratos te encuentro
otros desapareces, te desvaneces
después del recuento de besos.
Temo que mi necesidad se convierta en enfermedad.
Tu silencio de ahora, no el de siempre se quedó en mi mirada huérfana.
Y los estrechos abrazos que nos reciben enamorados
que nos despiden desolados.
tan necesarios, siempre
por qué los abandonamos.
Cuantos besos necesito
cuantos tequiero en mil sitios
para reconocer que estoy enfermo de necesidad.
Por todas partes tu cuerpo me pone ebrio.