Acaecía la tarde y en el emancipado cielo salio una pequeña estrella que me susurro - Has visto tu algo tan sabio como el tiempo: es elegante prudente, discreto, quien sana, cura, pacífica. El tiempo es amigo de Dios, y el regalo de los seres averiados. - Lo entendí cuando curo el tronco de un árbol que al igual que mi corazón solía estar lastimado.