Lourdes Aguilar

LUMINOSA APARICIÓN

Éste amanecer gris de desbocados pensamientos

en mi rincón apocado y solo me lamentaba

los pinceles en el caballete se secaron

mi cama revuelta y una ingrata ventana

siempre con su monótono espectáculo

donde nada bello había para fijar la mirada

compadecida de mí apareciste divina rosa

apenas teñida por la aurora

¿de qué edén saliste celestial criatura

para mostrarle a éste triste espectro

que no sólo hay ángeles en los cielos

ni auroras boreales sólo en los polos?

Flor agraciada por silvestre y campesina

Encarnada estás para admirarte

dios escondió la más fina ágata

en tus maravillosos ojos

para dar luz y brillo a mis pinturas

para recrear tu delicada figura

preciso un lienzo de lino fino

donde ceñir tu juncal talle

cerezas maduras para tus labios

que tan voluptuosos noto

enervas mi piel, licor de anís

encarnada estás para adorarte

 

¿qué templo has abandonado

En garbeo clandestino

dejando los inciensos encendidos

para revivir mi inspiración?

Gracia de cierva, enigmática selva

Encarnada estás para aclamarte

quién tuviera el pulso para delinear tus pechos

cerrar los ojos y aspirar tu aroma a lilo

quién el valor de acariciar tu rostro

asir tus piernas, quedar cautivo

mi corazón es una noria que tu risa mueve

piel canela , encarnada estás para soñarte