¿A quién molesto?
Si es una lluvia de amor, lo que llevo dentro
la que me invade acariciante y deslizándose
como un fresco y suave, pero firme viento
como agua de río calma y en ascenso;
agua que se musicaliza entre corrientes fuertes
cual sinfonía de aromas de flores silvestres
alegrando mi alma, como vuelo colorido de mariposas
haciendo vida dentro de mi vida, con risas alegres.
Con sueños que duermen y despiertan en la mañana
a la par del sol oscilante e inquieto, entre nubes mullidas
de un cariño eterno, el que abriga mi alma sin celo
sembrando aun más en mí, una hermosa tonada
de cariño cierto, de cariño inmenso.
¿A quién molesto?
Si es solo un rocío de amor que llega a mí diariamente
entre palabras de cariño y abrazos de mis nietos
el amor de mis hijas, las conversaciones con mi madre
más tus palabras suaves que son mi sustento
para mis versos, por los que me desvelo, con una taza de café
mis sueños y mis anhelos de ese amor tuyo sin secretos.
¿A quién molesto?
Si solo apelo al derecho de tener sueños
a fluir dentro de ese amor puro con el que fui ungida
por tiempo eterno, siendo el espacio que me mantiene alejada
de sin sabores y miedos, en una perfecta sincronía
entre Dios, mi alma, los ángeles, la naturaleza y el universo
con la tierra y mi cielo; entre mi fe y la esperanza
de fenecer al lado de ese amor sublime y eterno
entre la luz y mis risas, en mi paz y calma y buenos momentos.
¿A quién molesto?
Si solo trato de vivir sin conflictos internos y externos
en mi mundo dorado de colores y de sueños.
Yamila.