Pedro
“Te haré hombre de pescadores,
si me sigues a mí”, Jesús le dijo,
pues, en verdad que así lo hizo,
pero, Pedro, ¡ay, Pedro!,
¿por qué negaste tres veces a Cristo,
antes de cantar el gallo en el amanecer?,
y moriste crucificado de cabeza después,
¡ay, Pedro!, ¡ay, Pedro!, ¿por qué también,
abandonaste al Cristo, Rey de los Judíos…?”.
El Diablo
Tres grandes tentaciones del diablo a Jesús,
cuarenta días en el desierto,
¿tuvo hambre?, pues, el diablo,
lo tentó diciendo “convierte estás piedras en pan”,
también lo tentó cuando le dijo, “lánzate al templo,
y que los ángeles de Dios te ayuden”, ¿más, lo hizo Dios?,
pues, no, “sólo a tu Dios adorarás”, le dijo Jesús,
más el diablo lo tentó al final, antes de la crucifixión,
diciéndole, “crees que un hombre pueda cargar,
entre sus hombros toda la carga del pecado”,
pues, ¿pudo el diablo tentar a Cristo Rey?,
pues, no, ni nunca más,
si estuvo resucitado por cuarenta días más,
al lado de su madre María, y de sus discípulos…
Dios
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?,
le preguntó Jesús a Dios,
en una cruz donde yacía yá su cuerpo,
y Dios no le contestó,
pues, su tiempo no había llegado,
más Él, Jesús dijo: “En tus manos encomiendo mi espíritu”,
más dijo eso y relámpagos y terremotos hubo,
siete palabras en una cruz,
donde en el mundo fue y será la luz,
Aquél que un día bajó a tierra,
y se hizo hombre,
y Dios cumplió su promesa,
de haber entregado a su unigénito,
para que en Él creyeran…