Ayer, por primera vez te vi,
de frente te tuve ¡que dicha para mí!
en ese momento supe que serias mi felicidad,
en ese momento imaginaba que tu me podrias amar.
Me regalastes una dulce sonrisa,
con tu mirada me coqueteabas.
y yo con dicha aclamaba
tus labios que me llamaban.
Sentía que besabas mis labios,
suavemente tu rostro acariciaba.
claramenete senti como mi mano tomabas
¡era mi imaginación que conmigo jugaba!