Fátima Aranda

Duelo

Qué poco dura el tiempo en

la memoria de los duelos. 

Qué fácil se desprende el barniz 

del orgullo cuando vuelve a rascarlo

el olor de tu llegada.

Aguardaba confiando en que no tirarías

mis defensas, que perdurarían alzadas. 

Y que poco han tardado en entregarse.

Mercenarias.

 

Luz De Gas