Sin saber el porqué
cayó sobre aquel cuerpo la nieve
helando las entrañas
tejiendo telarañas
tirita de frío cuando llueve.
Sin amor ni emociones
la vida se le fue congelando
dura con la mirada
con el alma extasiada
aquel dolor la fue cercenando.
Sin abrigo y sin suerte
soledad encontró en la montaña
escuchando aquel viento
con ese sentimiento
muy gélido, aunque a su amor extraña.
Con sus brazos vacíos
tendidos sobre el pasto verdoso
va muriendo de hastío
sumergida en el río
asfixiando el caudal amoroso.
Con mirada perdida
directa al ancho y nublado cielo
buscando enardecida
el amor de su vida
llorando con tierno desconsuelo.
Soñando ser la nube
que el viento la llevara volando
llorando sobre el valle
buscándolo en la calle
porque ella, lo seguía adorando.
Y con hielo en el alma
buscaba la luz incandescente
del alma que la amara
esperando quemara
su cuerpo con el fuego envolvente