Me siento como el pirata,
que al conquistar un bajel
encuentra dentro de aquel
su tesoro más ansiado.
De dicha se ve colmado,
igual que me siento yo
cuando veo que mi canción
al corazón te ha llegado
y tu rostro iluminado
con nueva luz resplandece,
los ojos se te enternecen
y me buscan con agrado
rogándome que a tu lado
siempre me quiera quedar.
¡No puedes tu imaginar
cuanto yo lo he deseado,
cuanto por ti he luchado
y estoy dispuesto a luchar!
Nunca debes olvidar,
el presente ni el pasado.
Recuerda que te he amado
como nadie te amará.
La luz que iluminará
el resto de mi existencia,
quiero que tengas conciencia
que de ti emanará.
Viviré en la oscuridad
si no te tengo conmigo.
A Dios pongo por testigo
y desde ya te lo advierto,
que puedes darme por muerto,
pues nada sería peor
después de darme tu amor
que dejarme abandonado,
y en la cuneta olvidado
cual un perro callejero.
No me envíes mensajero,
ni me trates como hermano,
dame el veneno en tu mano
si te cansas de quererme
o si ya no quieres verme.
Pero recuerda mujer
que como yo te he querido
nadie te podrá querer.