Apareció un día después de algún tiempo;
su fija mirada. Colgando de un árbol,
un columpio viejo moviéndose al viento;
Él, cara de nostalgia perdido sin piso,
sin prisas ni tiempo nada lo desviaba.
Misterio atrapante; sin cuerpo, invisible,
sientes la mirada tan dulce y melosa,
sumo de la caña trapiche que suena,
rítmico, implacable; conciencia desnuda
sin ruido o guarida escondite del alma.
Huiste de vivir amenazas del tiempo,
temiendo al encuentro de engaños siniestros
que habitan el hombre; disfrazado de premio
al esfuerzo logrado, “inocente, sumiso”;
huyó sin comprenderlo; impulso inconsciente,
conservar su mente sin que la locura desestabilice
la razón y el hecho, de querer volar un solo momento;
salió de su cuerpo y ya no regresó la mujer del cuento.
Hui sin descanso; me detuvo el mar… Tirado en la arena
A la luz de la luna lloraba mis penas; el amor me espera.
shoss 18/07/2020