El amor estaba a mi lado y yo no lo vi,
Hacía música conmigo, con guitarra
O con tambores componía para mí.
Mas no me di cuenta que su mirada
Y sus melodías eran de mujer enamorada.
Era su alma desgarrada que gritaba
En letras manifiestas su sentir.
Un tonto fui, yo solo seguía tu poesía,
Perfectas sus estrofas me cantaban,
En sutiles rimas que yo solo aprendía.
No comprendí, hasta que la perdí.
Mi alma se quedó vacía, sin sus versos
Sin su risa fresca, sin su alegría repartidos
por ambientes de mi casa, que servía
Para los arreglos y ensayos.
Trabajando, a cualquier hora yo la recibía,
Para verso a verso componer una canción.
Estaba tan comprometida con la música,
Que no se me ocurría siquiera distraerla,
¿O sería tal vez un ardid para atraerme?
Guitarra en mano me traía los últimos
arreglos de las armonías que cada vez eran
más dulces, más entregadas, mientras
que las cuerdas de mi guitarra, también
ya le cantaban sin ella saberlo.
“El amor es el sentimiento más bello capaz de
Transformar una piedra en diamante”, de sus
Labios lo escuché y me sentí tocado por esos
Versos jamás escuchados, dejó en mi manos
esa impresa y se marchó. Nunca más la vi.
Delalma
18/07/2020