En los campos de arena donde a jugar
nos tendíamos rodeados de soldaditos...
donde las avispas zumbaban plácidas y ávidas
y las carreteras de otoño se abrían...
arrastrábamos nuestros codos uno junto al otro
y a carcajadas el aire hacíamos añicos.
En aquéllos hermosos campos de arena hermano
sentía tu mano junto a la mía muy cerca...
los sonidos del día se perdían entre castañuelas
y las ganas por vivir crecían fuerte como la hierba.
¡Ay!¿adonde fueron esos bellos campos de arena?
remolinos de sueños que hoy acarician la mirada...
doliente pesar que aprieta los hombros vencidos...
mares de amargura que me visten de negras soledades...
y arrojo los sentimientos al vacío de esta profunda cobardía
que no me permite respirar... si tu a mi lado... no estás...
Ay esa fina arena que aún se adhiere a mi frente
penetrando aguda por cada poro de la piel... humillando mi sensibilidad...
Ay ese manto de estrellas que bajo nuestro cielo palpitaba
derramando toda su dulzura... sabor a miel...
En los campos de arena por donde corríamos libres
donde las flores recogían sus delirios y amores y nunca tuve frío...
donde la mirada se perdía traviesa entre los arados, los libros abiertos
y la pequeña hormiga en la mesa...
en esos campos de arena donde grabamos historias de ensueños
luchamos con ogros dormidos y hadas risueñas...
allá nuestra alma quedó dormida codiciando nuevos amaneceres...
Ay aquellos campos de arenas me nublan el sentido y me hace pedacitos,
me queman, me abrasan, me recomponen, me angustian, me regocijan...
aquéllos campos de arena que fueron tuyos y mios... hermano... yo nunca tuve frío...
Todos los derechos reservados @ Mo Anam Cara