Si pienso en tus ojos claros
insinuantes y rebeldes
se enciende mi corazón
por la pasión que contienen;
y tu boca, dulces labios,
como floridos claveles
colmados con la ambrosía
que pronto el deseo encienden,
si pienso en tus ojos claros
por la pasión que contienen.
Tardes llenas de ilusión
con el candor refulgente
y el encuentro primoroso
de amor y sensuales mieles,
todo un juego de pasión
convertido en un banquete
bajo el manto de la luna,
siempre añoro se celebren
tardes llenas de ilusión,
de amor y sensuales mieles.
Tu cuerpo con la tersura
de frágiles ramilletes,
que tienen la suavidad
de bucólicos claveles.
El rítmico movimiento
de tu candoroso vientre
provoca mi frenesí,
como un ígneo torrente;
tu cuerpo con la tersura
de bucólicos claveles.
El tiempo nos separó,
con sus filosos cinceles
obedeciendo al destino
y dejó el amor pendiente.
Pero persiste la flama,
su luz, jamás desfallece
sigue tu sonrisa en mí,
y no puede desprenderse,
el tiempo nos separó,
y dejó el amor pendiente.