MARDON

AUTOSACRIFICIO

Y de pronto los ojos se vuelven mar,

aflora del alma la tristeza de vivir,

se desboca el corazón con las venas

abiertas, hoy todo significa nada.

 

Quisiera saber la razón, a qué se debe 

ese cambio súbito que lleva al dolor;

y escarbando en las entrañas, surgen

las telarañas inamovibles del abuso.

 

Maldita compasión que arroja al borde

de los linderos del autosacrificio;

qué absurdo vivir así, donde el malvado

arremete contra el bueno para su provecho.

 

Es incomprensible esa inconsciencia que

destruye al deber ser, y solo emerge

el ser compasivo que raya en mártir

dejando en el piso hecho trizas al espíritu. 

 

Solo la justicia emerge de la nada, colocando

en su justo lugar las cosas… en esa armonía

inexplicable, obra de la voluntad de quien

por todo fue hecho... el magestuoso Adonai.