Fátima Aranda

Sacrificio

Tu espalda me da la espalda. 

Se alza altiva ante mis ojos 

vetando el paso a las vigas de tu piel

donde anidan todos mis deseos.

Me castiga sabiéndose el ara donde

ofrezco mis sacrificios cada noche

para renacer cada mañana.

Hoy deja que me desangre. 

Ya nadie recoge mis restos.

 

Luz De Gas