La luna brillaba en el cielo oscuro,
las olas del mar besaban la arena,
tú y yo, llenos de amor y ternura
gozamos de aquél, nuestro primer beso.
Con tu boca escribiste un verso ardiente
en mis labios resecos y sedientos;
con la tinta de tu amor diste alivio
al agónico dolor de mi fuente.
Fue el mejor beso de toda mi vida...
Nuestras bocas se amaron locamente
espabilando a mi alma dormida.
Desapareció todo de mi mente
cuando dejaste tu miel adherida
a mis sentidos infinitamente.
Anna Gutiérrez.