Este no es un poema.
¿Cuando fue la última vez que entraste a una biblioteca o librería con la predeterminación de adquirir un libro?
El amor es como un libro, si. Entras a una librería ojeas cada estantería, cada que un libro capta tu atención lo tomas, lees su título y portada, admiras lo llamativa que es su portada, su pasta resistente o económica, pero lo devuelves a su lugar... ¿O no? No te diste cuenta en que lugar estaba y en donde lo dejaste, pero solo estabas viendo. Finalmente te decides por uno, las razones sobran: autor, editorial, pasta, portada, título, por que se verá lindo en tu escritorio o tal vez alguien te dijo que \"tienes que leerlo\".
Llegas a tu casa con tu nuevo libro, y antes de empezar a leerlo te preparas un café, o un té, algunos no se concentran con el café por eso de la hiperactividad. Retiras el plástico y sin empezar a leer ya pusiste tu nombre en la portada, aunque ni siquiera lo haz leído, sigamos. Este título no te transmite nada en absoluto y es muy válido, pero ¡Te saltaste la biografía y el epílogo! ¿Que más da? Han pasado 10 minutos y apenas llevas 2 páginas y no sabes qué leíste... ¿Porqué sigues leyéndolo? Si estás a tiempo de dejarlo, la lectura no es un castigo ¡Sueltalo! Hoy no es para ti ese libro, tal vez lo fue o quizá lo será, pero hoy no. En fin, tu nombre y apellido ya figura en su portada.
No pasa nada si fracasaste con un libro, o si fracasas con un amor. Solo detente, y sueltalo antes que relaciones el amar y el leer con un castigo muy aburrido. No querrás leer ni amar después de el, por que fracasaste ¿Es tan difícil admitirlo y detenerse o es más fácil consagrar el fracaso en su totalidad? \"El amor no es para mí/ Yo no leo porque me duermo\" pudiste evitar estos escenarios. El tiempo seguirá y tu serás una persona abúlica, gris, invisible.
¿Porqué no esperar por otro libro, por otro amor?
¿Porque buscar libros nuevos de librería cuando hay tantos libros empolvados por todos lados?
¿Que los hace diferentes?
Por fin te atreviste a tomarlo? Y el título no te promete nada, es válido... ¡Leiste la biografía y el epílogo! Ese libro empolvado no era tan malo como lo imaginabas. Han pasado ya 45 minutos y sigues leyendo sin darte cuenta que ya deberías estar haciendo otras actividades de tu itinerario, no quieres alejarte de el en lo absoluto, y felicidades, porque el amor llega cuando no esperas nada de nadie, ni de ti, solo esta ahí, empolvado, esperando que dejes de ser un tonto.
Desafortunadamente, el amor y los libros tienen un final, y todos los finales son diferentes, y cuando el libro termina tenemos que cerrarlo y conservar su esencia. No hay libros que duren para siempre, ¡cierralo! Cuando te despides a tiempo del amor, preservará el cariño, admitámoslo, el amor mengua a la fase del cariño, la del aprecio y al nuevo amor. No te aferres a ese libro, que en tus manos se hará viejo y se empolvará, te ensuciará y lo culparás de la suciedad de tus manos, todo por dar paso a las nuevas fases del mismo. El amor es un ciclo, y para que funcione no debemos detenerlo, no te ensucies con un amor que ya termino, preserva lo que dejo, antes de que se esfume entre la mugre y el polvo de la negación. Dejémoslo donde empezó, en un escritorio donde alguien más pueda encontrarlo, sin tener que remendarlo o tirarlo a la basura por que ya no sirve.