Dime que estás dormida,
dime que estás herida,
dime que aún no has muerto.
Dime Patria mía
que aún te queda aliento,
dime tierra querida
que aún tu fe no ha muerto.
Dime Patria mía
que esto es solo un mal sueño,
amante tierra mía
no renuncies al vuelo;
despliega otra vez tus alas,
no te quedes tendida,
dime que tanta sangre
es tan solo una herida.
Vuelve de nuevo al nido
que tus hijos tiernos te aman,
ellos lograrán un día
disimular tus heridas;
y mañana una Patria nueva
volará otra vez altiva,
esplendorosa cual eras antes
... al cazador, ingenuo, engañaste
cuando te creyó moribunda
y dejó desangrarte.
¡Oh, Patria mía!
¡Supera este cruel instante!
xE.C.