Invento mil maneras de olvidarte,
mas siempre para ti mi lira canta;
y siento como un nudo en la garganta
soñando solamente en conquistarte.
Me empeño diariamente en recordarte,
sabiendo que tu abulia me quebranta;
mas nadie tu recuerdo lo suplanta
y vivo solamente para amarte.
Quisiera que tu quieras arroparme
con suaves edredones de ternura;
y dejes por piedad ya de ignorarme,
brindándome la paz de tu dulzura;
que nunca de adorarte he de cansarme,
que tu eres de mis sueños gran locura.
Autor: Aníbal Rodríguez.