Las almas
bien visten desnudas,
bellas,
resplandecientes;
de noche
vuelan por el mundo;
traviesas
surcan alegres
inimaginables realidades;
livianas como la nada
y el tiempo
juegan en concierto
trascendiendo
todas las dimensiones;
cada uno de sus sentidos
les induce emociones sorprendentes,
vértigos dulces
o tenebrosos
de vida
o de muerte.
Las almas disfrutan
a conciencia;
distintas al ser que albergan,
migran,
eternas.