Deja que la claridad
Vuele como los ángeles
Deja que entre sus vuelos
Arrastre lágrimas
Hilo imperceptible de la pupila
Y cual manto sacro
Extienda su fulgor
Sobre socavones
Y corazones muertos
Deja que al expandirse
Sane la herida que acongoja el cuerpo
Mustia soledad que lo asesina
Y del amor
La fibra que lo declina
Y en la tumba…
Su propia tumba
Exhale al fin, su último lamento.
*Imagen tomada del muro de Islam Gamal
luz Marina Méndez Carrillo/ 20072020/ Derechos de autor reservados.