lúdico

Trovas al viento

Una corriente
de aire
ciegamente
se da contra el cristal
de la ventana.
El viento es un invidente
con los paisajes tatuados
en la espalda
filtrado en las hendiduras
de las alas de los pájaros
dos esmeraldas
dormitan tras sus párpados
los mutismos fríos eternizados
haciendo miosis sus pupilas
en lividez de soles eclipsados.

El viento es un animal encolerizado
como todo animal primario:
promete
hacer oscuridad con sus aretes
de púrpura y oro, anodizado.
en el rigor de tácito suntuario.

Un fuerte murmullo suscita
la prisa
del viento
rugiendo con sonoridad
al chocar con la cornisa
contraviniendo sus fobias
el viento, quiere afinidad
—tiene novia—
y es la brisa.