Siéntate y toma nota
De aquello que recita tu boca,
Halla sentido a tu expresión
Porque no hablas de corazón.
Sin igual el verdugo
Hace con la cuerda mi nudo,
Después de dictarme sentencia
Sin tomar en cuenta mi presencia.
Un juicio sin juez,
¿Ves? lo haces otra vez,
Acreedor de mis pecados me declaro,
Pero ¿por qué lo haces sin explicarlo?.
Detonas la explosión
Y me atas en sumisión,
Mientras el pecador soy yo
Mi ángel de su altar cayó.
Renuncio a mi sentencia
Vivir así no es complacencia,
Me niego a tu jurado,
¿Donde quedó aquel amado?.
Y repíteme francamente,
¿Como es que funciona tú mente?
Que aún no sé cómo decirte
Lo que en una noche me puse a escribirte.
Guarda tus lagrimas que no son suficientes
Ahora recitalas frente a mis jueces
Que no hallaran culpables
Pero no serán amables.
Dale fin a tu desdicha,
Niega tu sentencia y avaricia,
Que no planeo vivir así mi día
Amargado con problemas y sin saber lo que es vida.