No tengo nada certero,
mas que te quiero de cierto.
Desierto cuando te vas,
desierto cuando te escondes.
De cierto sólo mi nombre,
de ciertas las pasiones,
de cierto el cielo azul y,
de cierta mi sonrisa.
Pero desierto cuando me abandonas,
desiertas las mañanas sin tu voz.
Y aún mas desiertos mis labios,
cuando se niegan a decirte adiós.