Cuántas veces la noche fue enemiga
un brusco amanecer,
la tarde daño?
cuánto tiempo clavado... sin moverse,
y apenas unas horas, fueron años.
¡cuánto,
cuánto!
¡cuánto padecer por un amor fallido!
¡cuánto perro aullando en la cabeza!
¡cuanta rabia de amor!
¡cuanto ladrido!