ivan semilla

Amores perros

 

Cuántas veces la noche fue enemiga

un brusco amanecer,

la tarde daño?

cuánto tiempo clavado... sin moverse,

y apenas unas horas, fueron años.

¡cuánto,

cuánto!

¡cuánto padecer por un amor fallido!

¡cuánto perro aullando en la cabeza!

¡cuanta rabia de amor!

¡cuanto ladrido!