Mariposas de leve terciopelo, monos pacientes y durmientes, pájaros felices en la penumbra, pirañas dueñas del agua, serpientes poseedoras de tantos secretos, pumas poderosos, caimanes del Caribe y cocodrilos del Nilo, animales que se mueven con sigilo, loros, tucanes y papagallos forman una fantástica coral, y el colibrí hechicero que va del bosque al hielo, el milagro del animal más potente, el elefante que conoce todo el sendero desde el nacimiento al momento postrero, seguramente olvido alguno, pero no soy ni un dios ni un hechicero.