Esteban Mario Couceyro

Eterno punto de duda

De nada vale la mejor herencia

si no cuenta con el entorno adecuado

la casualidad del tiempo y el espacio

que permitan pensar e imaginar la verdad.


Tras eso, llamarle Dios u hombre, no es relevante.

 

Ese querer ser luz

quizá el deseo primario

imbuido de ser Dios.


Qué loco deseo

de ser la única materia ausente en el universo...

y qué generosa sería su inexistencia…

 

Qué extraordinario

ser una vez más

tan solo

Yo.