Aquel chico
Era la cita infaltable:
en la esquina, por las tardes.
Los ojos color café y una sonrisa imborrable
Miel y leche en sus palabras y un día no vino más.
El chico que me decía, entonando poesía
“Adios princesa”
se fue ¿a dónde?.
“lo juro que no lo sé”
Me pregunté tantas veces,
balanceando la tristeza en la humedad de la lágrima
que me mojaba la cara
Han transcurrido los días,
casi diría la vida
y siempre pensando en él.
Tal vez
¿se cansó de mí?
¿se enamoró de otra chica?
¿se mudó a otra casa?
Ya no sabe mi memoria en qué detalle pensar.
Lo que no puedo aceptar
es que haya sido la muerte
quien con total apatía,
haya decidido un día,
mudarlo a otro lugar.