Xabier Abando

Lucio Urtubia, en paz descanse


Lucio Urtubia, de Cascante,
anarquista y albañil,
en su exilio de París,
ha muerto, que en paz descanse,

el dieciocho de julio,
lo ha querido así el destino,
si la fecha no es un fino
sarcasmo final de Lucio.

Niño en la guerra civil,
testigo de la posguerra
fue en la sufrida Ribera
de Navarra, entorno hostil,

y la brutal represión
de aquel régimen franquista
despertó en este activista
una íntima rebelión.

Yo ni olvido ni perdono,
aunque no guardo rencor,
dijo en más de una ocasión
sin elevar mucho el tono.

Tuvo que huir del franquismo
y su refugio fue Francia,
su vida fue militancia
y su causa el anarquismo.

una atractiva utopía,
inalcanzable horizonte,
pero que es también un norte
que a Lucio sirvió de guía.

Anarquistas exiliados
y algunos intelectuales
le inculcaron ideales
de la acracia y lo iniciaron

desde el mutuo encuentro mismo,
intelectualmente aparte,
en la praxis del combate
que define al anarquismo

contra el poder estatal,
monopolio de la fuerza
y cuanto en el mundo tuerza
la conciencia individual.

Tan pobre, dijo, he nacido
que no hube de hacer esfuerzo
para perder el respeto
por todo lo establecido;

no hay poderes respetables
pues su objetivo primero
es siempre el de hacer dinero,
nunca es por causas loables;

de siempre, salta a la vista
que todo poder corrompe
y eso pasa en todo el orbe,
por eso soy anarquista.

Reacio a las jerarquías,
las leyes, reglas y normas
las burló de muchas formas
en busca de la anarquía.

Como un Robin Hood moderno
fue asaltante, \'expropiador\'
y un gran falsificador,
en pro de causas del pueblo.

Sonada estafa hizo al banco
hoy llamado Citibank,
antes First National Bank,
ladrones de guante blanco,

y la hizo falsificando
cheques de viaje, perfectos,
parece que los defectos
aún los están buscando.

Fue de unos veinte millones
de euros, al cambio, la suma
e invirtió esa gran fortuna
en causas dignas y nobles.

En luchar contra el franquismo,
por los presos, refugiados,
rebeldes de otros estados,
siempre en pro del anarquismo.

Hay gente que piensa, en vista
del botín acumulado,
que él se habría aprovechado
pero no, este idealista

fue un hombre de perfil bajo,
trabajaba de albañil
y no dejó de acudir,
estando libre, al trabajo

y ya, de su tiempo dueño,
finalizado el trabajo,
él se empleaba a destajo
en hacer cumplir su sueño.

Lucio estaba, y lo decía,
convencido, en lo profundo,
de poder cambiar el mundo
y arribar a la anarquía.

Héroe no soy, os lo advierto,
decía este cascantino,
porque, en mi largo camino,
tuve errores, más que aciertos.

No encaja en lo criminal,
en su cargo no hubo muertos,
hizo favores a cientos
y mucho más bien que mal.

Lucio Urtubia, un personaje
de acción, revolucionario
de leyenda, un libertario,
bien merece un homenaje

y yo me sumo gustoso
con el granito de arena
de este mi humilde poema,
para este hombre generoso,

que lo dio todo en su vida
por su causa, hasta morir,
y el placer de compartir
fue su dicha preferida.

@ Xabier Abando, 21/07/202